Trastornos de Ansiedad: la fobia específica

¡Hola chic@s! 

En la entrada de hoy os voy a contar un poco acerca de una de las distintas "muestras de diversidad funcional" que hemos visto en clase de entre todas las existentes. Mi elección ha sido la fobia específica debido a que desde pequeña nació en mi un miedo exagerado hacía ciertos tipos de animales, perros o gatos, y a día de hoy con 24 años es algo en lo que sigo trabajando ya que no lo he superado y me supone un gran inconveniente en algunas ocasiones en el desarrollo de mi vida diaria. 


La fobia específica es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y persistente a un objeto, situación o actividad específica. Este miedo es desproporcionado en relación con la amenaza real que representa el estímulo fóbico y puede interferir significativamente en la vida de la persona que lo padece. Algunos ejemplos comunes de fobias específicas incluyen el miedo a volar, a las arañas, a las alturas, a los espacios cerrados, a las agujas o a situaciones sociales específicas.

En relación con lo anterior, dicho trastorno puede afectar a nivel anatómico, funcional y de restricción de la participación de diversas maneras, ya que los síntomas y las respuestas a la fobia varían de una persona a otra. Aquí va una visión general de cómo podría afectar en estos tres niveles:

1) Nivel Anatómico

Respuesta de lucha o huida: Cuando una persona con fobia específica se enfrenta a su estímulo fóbico, su cuerpo puede experimentar una respuesta de lucha o huida. Esto incluye cambios fisiológicos como aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración excesiva, tensión muscular y aumento de la presión sanguínea.
Sistema nervioso autónomo: La fobia específica puede activar el sistema nervioso autónomo, lo que conlleva cambios en la activación del sistema simpático (activación) y parasimpático (calma), lo que puede provocar síntomas físicos incómodos como temblores, náuseas o palpitaciones.

2) Nivel Funcional

Limitaciones en la vida diaria: Las personas con fobias específicas a menudo evitan las situaciones que desencadenan su miedo, lo que puede llevar a limitaciones significativas en su vida cotidiana. Por ejemplo, alguien con fobia a volar puede evitar los viajes en avión, lo que afecta su capacidad para viajar y limita sus oportunidades profesionales y personales.
Estrés y ansiedad: La constante preocupación por la posibilidad de encontrarse con el estímulo fóbico puede causar niveles elevados de estrés y ansiedad, lo que a su vez puede interferir con el bienestar general y la calidad de vida.

3) Restricción de la Participación:

Social: Las fobias específicas pueden limitar la participación en actividades sociales y eventos. Por ejemplo, alguien con fobia a los animales puede evitar reuniones familiares o de amigos en lugares donde estén presentes de dichos seres vivos.
Profesional: Si una persona tiene una fobia específica que afecta su capacidad para realizar su trabajo, esto puede limitar su avance profesional y oportunidades laborales.
Recreación y hobbies: Las fobias específicas pueden interferir en la participación en actividades recreativas y hobbies. Por ejemplo, alguien con fobia a las alturas puede evitar actividades al aire libre que impliquen escalada o senderismo en montañas.

Sin embargo, como todo en esta vida tiene solución y la fobia a los animales, también conocida como zoofobia, generalmente implica abordar el miedo irracional y excesivo a los animales a través de enfoques terapéuticos. A continuación, se muestran distintas medidas que pueden ser efectivas para tratarla:

- Terapia cognitivo-conductual (TCC):

La TCC es uno de los enfoques terapéuticos más comunes para tratar las fobias, incluyendo la fobia a los animales. En la TCC, un terapeuta trabaja con el paciente para identificar y desafiar pensamientos irracionales y creencias negativas relacionadas con los animales.

La exposición gradual es una parte importante de la TCC para tratar las fobias. Esto implica exponer al paciente de manera controlada y progresiva al estímulo fóbico (en este caso, el animal) para reducir el miedo y la ansiedad.

Las técnicas de relajación, como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva, pueden ayudar a controlar la ansiedad durante la exposición.

- Terapia de exposición:

La terapia de exposición consiste en enfrentar gradualmente al paciente a su miedo a los animales. Esto se hace de manera controlada y bajo la supervisión de un terapeuta. La exposición repetida y gradual puede ayudar a reducir la ansiedad y la respuesta de miedo.

- Educación sobre animales:

Aprender sobre el comportamiento y las características de los animales en cuestión puede ayudar a desmitificarlos y reducir el miedo. Un terapeuta o un experto en comportamiento animal pueden proporcionar información útil.

- Apoyo emocional

Hablar sobre tus miedos con amigos y familiares puede proporcionar apoyo emocional. Compartir tus sentimientos y experiencias puede ayudarte a sentirte comprendido y respaldado.

- Autocuidado:
Practicar técnicas de manejo del estrés y la ansiedad, como la meditación, el yoga y el ejercicio regular, puede ayudar a reducir la ansiedad general y mejorar la capacidad de afrontar la fobia.

- Medicamentos:

En casos de fobias graves que interfieren significativamente en la vida cotidiana, un profesional de la salud mental puede considerar la prescripción de medicamentos ansiolíticos bajo supervisión médica.

Es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente al tratamiento. La elección de las medidas terapéuticas y la duración del tratamiento pueden variar según la gravedad de la fobia y las necesidades individuales. Si sufres de una fobia a los animales, te recomiendo buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.

Por otro lado, comentar que existen varias organizaciones y entidades que trabajan en la concientización, investigación y tratamiento de la fobia animal, así como en la promoción del bienestar de los animales.

- Organizaciones de salud mental y psicología.
- Asociaciones de terapia de exposición.
- Organizaciones de bienestar animal.
- Grupos de apoyo.
- Recursos en línea.
- Veterinarios y entrenadores de animales.

En conclusión, creo que es un tema de gran importancia y un problema común y tratable, por lo que considero que debe tratarse lo antes posible haciendo uso de los recursos y profesionales disponibles con el deseo de ayudar a las personas a superar este miedo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona. 


Comentarios

  1. Creo que es un problema más común de lo que puede parecer, a una amiga mía le pasa igual y cada vez que ve un perro se pone muy nerviosa por pequeño que sea. Muy interesantes las soluciones que propones, se las comentaré!

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